viernes, 15 de noviembre de 2013

EXPERTOS CUIDADORES - Artículo del Comité de Expertos FEVAFA


Para este nuevo artículo de nuestro blog, me gustaría tratar los sentimientos que se manifiestan en el entorno familiar y que los profesionales tenemos que manejar para ayudar a trabajarlos correctamente con los cuidadores.

Unas recomendaciones,  que tan solo aplicando el sentido común y el  “… trata como te gustaría que te trataran a ti, a tu madre, a tu hija….” Pueden hacer que la gente a la que atendemos en nuestras Asociaciones, consultas, despachos, se sientan más entendidos y arropados.

Siempre tenemos que partir de que cuidar a una persona  va a presentar una serie de dificultades y unas exigencias físicas y, sobre todo, emocionales, que pueden generar una sobrecarga.

El control emocional  es básico para cuidar sin descuidarse. Saber identificar las emociones nos permite canalizarlas correctamente permitiendo con esto una aceptación de la situación del enfermo que estamos cuidando.

El cuidador de un enfermo con demencia, o cualquier enfermedad degenerativa que deteriore las capacidades físicas e intelectuales, tiene una sobrecarga, fundamentalmente causada por las siguientes situaciones:
-  El escaso reconocimiento en la tarea de los cuidados,… ni social ni políticamente.
- La incomunicación y la soledad de compartir tanto tiempo con una persona con la que es difícil o casi imposible comunicarte.
- La frustración que causa el cuidar, casi por encima de tus posibilidades, y que no puedas frenar el proceso de sufrimiento y deterioro de tu ser querido.
- La culpabilidad, causada por  la continua duda ante la toma de decisiones.
  
Por el contrario a todo esto, a mi me gustaría destacar aspectos positivos, que los profesionales que trabajamos con Cuidadores – Familias, les tenemos que hacer tener siempre presente para que sientan que lo que están haciendo, además de hacer sentir bien a su enfermo, puede hacer sentir bien a ellos como personas.

Siempre hay que destacarles la gratitud por su entrega, el aprendizaje vital, el crecimiento de valores y la manifestación de afecto que nos muestran los enfermos con sus sonrisas, caricias,…

Mi mensaje para cerrar esta reflexión es que  los profesionales tenemos que tener presentes los sentimientos a los que se enfrentan los cuidadores, ya que ellos van a ser nuestros locutores con el enfermo, y que si ellos están bien los enfermos estarán bien.

Todo aquello que amamos nos lo pueden arrebatar, lo que no nos pueden quitar es nuestro poder de elegir que actitud asumimos ante esos acontecimientos.  
VICTOR FRANKL


Autora: Sonia Sánchez Cuesta, Trabajadora Social

COMITÉ DE EXPERTOS DE FEVAFA


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