El Dr David
Snowdon y la hermana Esther de 106 años.
Las
enfermedades que afectan a las personas pueden ser de duración corta o larga.
A su vez, la
evolución de las enfermedades puede ser
hacia la curación completa, curación con secuelas, o no curación, lo que se
llama enfermedad crónica.
La
enfermedad de Alzheimer es una enfermedad crónica.
Su curso es
progresivo, hacia el empeoramiento, que finalmente de forma directa o indirecta
conlleva la muerte del enfermo. En el transcurso de la evolución la capacidad
de control de todas las facetas de la vida irá disminuyendo hasta llegar a una
completa necesidad de cuidados.
Conocida
como enfermedad independiente desde principios del siglo XX, rápidamente se ha
convertido en un problema de salud pública. Es por eso que la ciencia comprendió
la necesidad de estudiar sus orígenes.
La
importancia de cualquier enfermedad viene dada por varios factores, uno de
ellos es por su frecuencia.
Hay dos
cifras que son absolutamente necesarias conocer de cualquier enfermedad.
Incidencia:
nos dice el número de casos nuevos en un periodo de tiempo.
Prevalencia:
Nos dice el número de casos totales presentes en un momento dado. Es decir
cuantas personas hay enfermas en ese momento (las que habían, más las que se
han diagnosticado, menos las que han fallecido).
Para esto se
realizan los estudios científicos epidemiológicos observacionales.
De forma óptima
su realización se hace examinando, no a toda la población, sino a una muestra más
pequeña, pero que sea representativa del total, por Ej. en la distribución por sexos, por edades. Y a
esta muestra se la examina con unos criterios preestablecidos. A saber, los
criterios para decir cuando la persona en concreto tiene la enfermedad, los métodos
con los que se llevará a cabo los exámenes,
clínicos, neuropsicológicos, de imagen, métodos que pueden ser variables según
estudios. Estos métodos se pueden aplicar en una sola visita o en varias.
Este tipo de
estudio epidemiológico es pues un
estudio trasversal, y se lleva a cabo
durante un periodo de tiempo corto. Lo que se consigue es una especie de foto
de la presencia de la enfermedad en la población: Responde a las preguntas,
¿Cuántos? ¿Y Como está distribuida? E indirectamente a otras por Ej. ¿Cuántas
personas no conocían su diagnóstico? Etc. No sirven para establecer causas,
sino para iniciar hipótesis sobre las mismas.
Un ejemplo:
el estudio DEMINVALL, realizado en España,
en Valladolid, entre 2009-2010. Con una muestra final de 2.170 personas de más
de 65 años, procedentes tanto del medio urbano como rural.
El estudio se realizó en dos fases, tras una primera fase en la que se establecía la
sospecha de padecer demencia, las personas eran examinadas por especialistas
para confirmar o no la sospecha.
Obtuvieron
estos resultados:
Prevalencia
de Demencias el 8.5 %, ajustada por edad y sexo era del 5.5% de los cuales un 78 % eran por enf. de Alzheimer y el resto
por otras causas. ( Enf. de cuerpos de Lewy , o demencia vascular). Y su
frecuencia aumentaba con la edad, y era mayor en las mujeres y también en las
personas con bajo nivel de estudios.
Se realizó además una muestra de las personas
en las que inicialmente en la primera fase no hubo sospecha de demencia y éstas
también se examinaron por los especialistas con el hallazgo de un 1,2 % que
estaban también afectas de demencia.
Así pues
este tipo de estudios sirven para cuantificar la presencia de la enfermedad.
Este tipo de
resultados se pueden agrupar o comparar
con los de otros países y épocas para conocer mejor su distribución y poder
verificar cual es la tendencia en el tiempo en su incidencia y prevalencia. Otro
ejemplo
un estudio que agrupó datos de países europeos, la prevalencia en los hombres fue 3,31%, y en las mujeres 7,13%, La incidencia de enfermedad de
Alzheimer en Europa fue 11,08 por 1.000 personas-año, siendo en los hombres de
7,02 por 1.000 personas-año y en las
mujeres 13,25 por 1.000 personas-año respectivamente, con igual tendencia
creciente con el aumento de la edad.
El número de
este tipo de estudios es grande del orden de cientos, en todo el mundo, y no
siempre es fácil la comparación de sus resultados.
Un siguiente
paso para intentar conocer más sobre las causas o factores de riesgo de las
enfermedades cuando no se sabe nada, son los estudios epidemiológicos longitudinales,
(en concreto los de cohortes) éstos son estudios de larga duración, en los que
se registran una gran cantidad de
factores de la vida de las personas, tanto de los que podríamos decir biológicos,
psicológicos, como sociales a lo largo de toda la duracion del estudio en
visitas regulares. Con la evolución a largo plazo las personas pueden o no
enfermar, por lo tanto lo que se busca
es intentar encontrar relaciones entre cualquier factor o factores y la aparición de la enfermedad. Al mismo tiempo se estimulan
nuevas hipótesis causales.
Quiero
presentarles dos estudios que tienen el mérito de ser de los más importantes en
el ámbito de la enfermedad de Alzheimer. También aquí el número de estudios es
grande.
1.- Nun Study of Aging and
Alzheimer's Disease , . Se inició en 1986-1990
2.- Rush Memory and Aging Proyect.
Se inicio en 1997.
Entre ambos se hizo
el seguimiento de más de 2000 personas de edades medias entre 80 y 83 años, el
primero eran mujeres religiosas y el
segundo hombres y mujeres, los seguimientos fueron de más de 10 años, y lo
importante es que además de la evaluación de diversas variables clínicas, biológicas,
sociales, recogida a periodos regulares, los participantes acordaban que tras la
muerte se examinarían sus cerebros.
La cantidad de información recogida es extraordinaria y se refleja en más
de un centenar de estudios publicados.
Voy a referir algunos de los hallazgos más notables.
Relación entre los hallazgos en los análisis de los cerebros y la
enfermedad.
1. La relación entre la presencia en vida de la enfermedad de alzheimer y
los signos de la misma en el cerebro. Ver gráfico al final.
Las personas que habían desarrollado la enfermedad de alzheimer todas tenían
en su cerebro signos de la misma, y había una relación: mayor extensión con
mayor gravedad, pero también había solapamientos.
Por otro lado a las personas que se les había diagnosticado Deterioro
cognitivo leve tenían en el 50 %
lesiones iguales a las de la enfermedad de Alzheimer
Y las personas que no habían desarrollado Alzheimer ni deterioro
cognitivo leve en vida tenían en un 33% lesiones de la enfermedad.
Estos hallazgos sugieren la capacidad de la personas de tener un buen
funcionamiento intelectual en vida a pesar de tener lesiones de Alzheimer en
sus cerebros, lo que llevó a constituir el concepto de reserva cerebral. ( en
el gráfico cuadro derecho arriba, donde dice Resilient Aging)
Un factor que influía en que las lesiones de Alzheimer tuvieran reflejo clínico
era la presencia conjunta de infartos cerebrales. Hecho frecuente. Por lo tanto
se podría influir sobre la aparición de la enfermedad de alzheimer minimizando
o actuando sobre los factores de la enfermedad cerebro vascular. (Hagan
ejercicio físico, eviten la obesidad, no fumen, cuidando los hábitos
alimenticios, conjuntamente con sus médicos hagan planes de tratamiento y
seguimiento en casos de que sufran hipertensión arterial o diabetes o
dislipemias)
2.-Factores de riesgo para la disminución de la cognición.
En ambos estudios
se ha evaluado la evolución de las funciones mentales superiores o cognitivas.
De forma periódica
y a través de medidas con escalas o test psicológicos se obtuvieron valores de las
funciones de memoria, percepción, lenguaje, atención, funciones visuales, visuoespaciales, funciones ejecutivas, etc
Se ha intentado
conocer que factores de la vida de las personas influyen para mantener, o tener
mejores niveles de estas funciones. Lo que vendría a constituir una especie de
reserva
Cognitiva.
Así la participación o realización de actividades
intelectuales a lo largo de la vida, se asocia a menor riesgo de Enf de
Alzheimer, y a un más lento descenso de la funciones cognitivas, y este efecto es incluso mayor si es en relación
con las actividades actuales que con las realizadas en la etapas formales
educativas .
Los estados de aislamiento,
soledad se asocian a mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Los estados de inseguridad,
menor capacidad de afrontamiento de los problemas de la vida se asocian a mayor
riesgo de Alzheimer.
Termino con una
perla, en el estudio Nun , los investigadores tuvieron a su disposición unos
escritos que cada monja redactaba en un momento a la entrada en la orden. Estos
escritos se estudiaron por expertos en lenguaje, las conclusiones fueron estas
: la densidad de ideas expresadas en estos escritos, el número de palabras
monosilábicas frente a multisilábicas, el uso de palabras poco comunes, el número
de proposiciones –ideas por cada diez
palabras, o la escala de complejidad gramatical desde oraciones sencillas hasta
diversas formas de inserción y subordinación, tenían una capacidad predictiva
en la aparición muchos años después de la enfermedad de Alzheimer.
El director del estudio Dr. David Snowdon recomienda en el libro de divulgación
escrito sobre el estudio, leer, y léanles
a sus hijos, un servidor modestamente se lo aconseja también, lean.
Hay otros hallazgos igual de
importantes como por Ej. Los hallazgos de imagen cerebrales en la enfermedad de
Alzheimer, quedan para otra entrada de
este blog.
Gráfico
En esta cuadricula Uds.
pueden apreciar la falta de correspondencia entre la presencia de abundante
patología cerebral de tipo Alzheimer y la cognición referida como normal,
casilla derecha arriba.
Dr. Vicente
Bigorra, Médico de Medicina Primaria
COMITÉ DE EXPERTOS DE FEVAFA
Otra bibliografia.
David Snowdon. 678 monjas y un científico. Ed. Planeta 2002. En bibliotecas.
J. A Mortimer . The Nun Study : Risk factor for pathology and
clinical-pathologic correlations. Current Alzheimer Research, 2012, vol 9 No;6
, p 1-7.
D.A. Bennet y otros. Overview and Findings from the Rush Memory and Aging Project. Current
Alzheimer Research 2012. vol 9 No 6 ; p 646-663
Tola-Arribas MA, Yugueros MI, Garea MJ, Ortega-Valín
F, Cerón-Fernández A, et al. (2013) Prevalence of Dementia and Subtypes in Valladolid, Northwestern Spain:
The DEMINVALL Study. PLoS ONE 8(10):
Niu H, et al. Prevalencia e
incidencia de la enfermedad de Alzheimer en Europa: metaanálisis.